Sandra y el burrito leal
Era un crudo día de invierno. Sandra, en su confortable casita, no siente el frío y, encantada, se entretiene observando por la ventana como cae la nieve lentamen en inmaculados blancos copos.
Cuando más absorta estaba disfrutando del nevado paisaje, alguien llamó con insistencia en la puerta de su casa.Y cuál no sería su sorpresa al contemplar en el umbral a un lindo burrito, que la miró suplicante.
Sandra piensa que debe haberse perdido y que, muertode frío, le pide que le deje entrar, tomándolo por las riendas, lo va a llevar al establo con sus animales, pero él la empuja una u otra vez, como si quisiera llevársela en otra dirección.
Entonces la niña comprende que algo le sucede al burrito y, abrigándose cuanto puede, sale al exterior y lo monta dejándole que él la guíe.
Después de mucho andar, llegan justo a un barranco; allí el burro se detiene y la niña ve, en una hondonada, en medio de la nieve, a un niño semi aturdido.
Con mucho cuidado hasta donde está el chiquillo y éste le cuenta que el percance le sucedió cuando se dirigía con su burrito al pueblo, habiendo resbalado en la nieve y dislocándose un pie al caer. Entoces, al ver el burrito que el niño no podía valerse por sí mismo, salió en busca de auxilio y "por lo visto lo ha conseguido " acabó diciendo. Sandra se da cuenta del apuro en que el muchachito se encuentra y con todas sus fuerzas ayuda al niño a montar en el burrito.
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